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14 enero, 2014

6th Plane (Continuación)

A Song: http://www.youtube.com/watch?v=XgFcVVvjhyo



[+]  Era obvio que había llamado su atención. Y no iba a mentir, había sido desde el primer día; esos cabellos dorados y sus ojos castaños junto a su tez blanca y tenue ejercían sobre él una atracción difícil de contrarrestar. La había visto por primera vez el día de la presentación cuando todos habían formado un gran círculo para conocerse unos a otros; sin embargo, no había tenido siquiera la oportunidad de hablarle.
   A lo largo de los siguientes días, se dejó llevar por la esencia mágica de aquel lugar de ensueño con algunas de las mejores personas que había conocido. Pero, la debilidad humana le exigía querer más. Aunque lo negara abiertamente. Intentó no intentar nada; estaba muy bien así.
   Y ya tan solo quedaban unos 5 días para que ese sueño de carne y hueso llegara a su fin. En su cabeza todavía rondaba la idea de disfrutar, sin molestar a nadie y empaparse de esa cultura que tanto le fascinaba. Por otro lado, había conseguido que su corazón se quedará ahí dentro en el pecho, como si fuera de hielo, sin molestar. O por lo menos hasta ese momento.
    Se sentía como corriendo contracorriente. Ni siquiera era lo suficientemente consciente de lo que hacía; todo había surgido como un impulso, algo incontrolable. Había perdido el control de su corazón. Había perdido el control de sí mismo.
    Como por arte de magia, se encontraba nuevamente en la misma sala de la que hacía escasos segundos había huido. Buscaba a un lado y a otro como un perro de caza después de que su dueño le de la señal que tanto ansia recibir. No le importaba si tenía que quedar sin aliento, no le importaba si se perdía en medio de la búsqueda; solo le importaba ella. Levantó la vista, aunque ya no veía. Era una fuerza extraña, que lo atrajo hasta aquel banco de madera, dipuesto para observar la grandiosa vista a través de la antigua cristalera. Y allí estaba. No salieron más muestras de afecto que unas sonrisas. Unas sonrisas limpias y sinceras que anunciaban lo que pasaría ese mismo día...
    Era una de las mejores personas que había conocido, llena de valores e inteligencia, de esas personas que saben escuchar pero que también saben hacerte callar. Una persona con mucho tiempo para aprender todavía, pero sobre todo, para enseñar porque, la edad no es una prueba de todo lo que sabemos sino una pista de todo lo que nos queda por aprender, y ella sabía como nadie.

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