Banner

29 diciembre, 2013

6th Plane

      A song: http://www.youtube.com/watch?v=Bl19rs22WMU


     Cuando ves que todo a tu alrededor ya no es como solía ser y además no te gusta, te encuentras fuera de tu zona de confort. Todo comienza cuando encuentras el vaso en un lugar diferente de la cocina, continua por la aparición de otro vaso diferente en un lugar diferente de la cocina, y terminas con otro vaso y otra cocina que no se parecen en nada a los de antes. Sucede por causas de la vida, porque tiene que ser así. Yo creo que la vida nos lleva hacia donde mejor vamos a estar aunque parezca que el camino es el peor sitio del mundo. Pero si todo sale bien, podrás estar más o menos tiempo en un lugar penoso, que lo que vas a aprender será demasiado bueno. Nada sucede sin razón, ni siquiera las casualidades...
    Otro día amanecía lejos de su tierra. Aquellas vacaciones estaban siendo dignas de recordar por toda la gente que había conocido y todos los lugares que había visitado. Aún así le quedaban algunos lugares por visitar y ese día en concreto se acercaría junto a sus amigos al único e inimitable, Musée du Louvre. Era por la mañana y el tiempo permanecía en calma como había sido desde que había llegado. La entrada estaba abarrotada de gente por todas partes pero esto solo respaldaba la grandeza del lugar. Llegó perdido, como abobado. Cuando cayó en la cuenta, ya había empezado a visitar las incalculables obras de arte que cada pared y cada rincón mostraban con aire orgulloso. Tal era su grado de fascinación que tardó en darse cuenta de que había alguien más en su pequeño círculo; dos chicas extranjeras, de la misma residencia, se habían añadido al grupo y paseaban tranquilamente a su lado.
    Casi por inercia llegaron a una gran sala donde unas grandes moles de piedra separaban a modo de antecámaras, la cámara principal. Era un paso obligado para continuar la ruta, lo cual explicaba la enorme cantidad de gente que se aglomeraba en la inmensa estancia.
    Hartos de ser empujados por el resto de turistas decidieron dar marcha atrás y volver por donde habían venido. Cuando por fin se deshicieron del agobio de la multitud, cayeron en la cuenta de que faltaba alguien; una de las chicas extranjeras no se encontraba con ellos. En un primer momento, realmente nadie fue capaz de reaccionar. Pero unos segundos más tarde, él marchaba en la dirección contraria a la que acaban de seguir.[+]

[to be continued]

24 diciembre, 2013

5th Notas agrias


       

    A lo mejor, si buscáramos, descubriríamos un punto en la historia en el que las cosas podrían haber tomado otro rumbo, el correcto; un momento en el que muchos tomaron la decisión errónea y por eso ahora, nosotros estamos pagando su error. Yo me pregunto si se podría cambiar algo en el caso de que por una ínfima posibilidad encontráramos ese punto de inflexión; si haríamos algo por enmendar el fallo heredado. Y lo dudo. Con lo conformistas que somos, ni siquiera hubiéramos tomado la iniciativa de investigar y, aunque por una remota idea, eso sucediera, la falta de carisma nos llevaría irrevocablemente a pasar de él, pese a tenerlo en frente de nuestros ojos. Es así de triste, pero muy pocos lloran. La inconscienca hasta aquí es lo más constante y lo más preocupante es que no nos preocupa nada. Cuántos coloquios, cuántas conversación intentan ofrecer soluciones: pocas, ninguna.
Bueno, todo esto teniendo en cuenta que aún descubriendo tal momento, estuviéramos a tiempo de cambiar algo. Porque los fallos se van acumulando cada vez más y más y remediarlos será cada vez más y más arduo; es como un huracán que va recogiendo vientos por donde pasa mientras crea la desolación a su paso. Todas las comparaciones son odiosas.
      Y por otro lado está el tema de la solidariedad. No somos nada solidarios pero es que no lo hemos sido nunca. Si no por qué nuestros antepasados no pensaron en que sus actos traerían ciertas consecuencias; pregunta retórica, ni ellos mismos sabrían que contestar. A lo mejor esperaban que todo (me refiero al Mundo) acabara en el año 2000 o quizás en el 2012. Ah ah, no no, fallo. Es una lástima que tanta gente verdaderamente inocente,tenga que sufrir, no sólo por los errores del pasado sino también por los errores que cada día los demás estamos cometiendo.

    Sin duda, desde mi punto de vista, nos merecemos todo lo malo que nos pueda pasar ya que lo único que sabemos hacer es llorar después de que el daño ya esté hecho; lágrimas de cocodrilo. Lo único que se puede sacar en claro es que hay demasiado adulto en este mundo, para un mundo que acaba de nacer.  

13 diciembre, 2013

4th Empty




   Se despertó en puro sudor. Sentía dolor por todo el cuerpo que le abrasaba como lenguas de fuego. Bueno, en realidad, no por todo el cuerpo; no era capaz de notar ni mover sus extremidades inferiores pese a intentarlo con todas sus fuerzas. Y por mucho que se esforzaba tampoco conseguía elevar el tronco superior. Tal era su concentración que, en un primer momento, no se dio cuenta de dónde estaba. El profundo dolor no le permitía ver con nitidez la sala pero por las formas de las cosas que le rodeaban, supuso que se encontraba en un hospital; la incomodidad que sufría se lo confirmó. Aparentemente era de día, ya que unos finos rayos de sol se filtraban por las rendijas de los estores. No había nadie más allí. La cama de al lado estaba vacía y sin usar. Así que, tan solo podía esperar mirando al techo, buscando alguna cosa que le hiciera perderse en sus pensamientos.
La puerta de vidrio se abrió estrepitosamente sin provocar ningún sonido incómodo gracias al protector de goma que estaba pegado a la pared. De ella, salieron dos figuras con semblante preocupado; esa preocupación que solo puede ser expresada por un padre o una madre. Los sollozos de la madre ahogaron el sepulcral silencio que imperiaba en la habitación consiguiendo despertar así, a la persona que reposaba en la cama boca arriba.
Sus caras, aunque mostraban alegría, ocultaban una inmensa pena. Se lo había notado al momento, pero no habría sido nunca capaz de averiguar que se trataba de eso. En todo momento, sus voces fueron conciliadoras, refulgentes de ánimo pero no lo revelaban todo; se había dado cuenta. Pese a todo, se alegró de verlos. Ni sabía cuanto tiempo había estado sin estar con ellos. Tampoco lo recordaba. Necesitaba hacer muchas preguntas y recibir muchas explicaciones. Había comenzado con mucha pausa y lentitud porque le costaba vocalizar. Vio sus sonrisas de emoción seguidas de un intercambio de miradas entre ellos que daban una aproximación al tipo de respuesta que se estaba aproximando. Fueron honestos pero con reticencias. Había sido un duro accidente por lo que había permanecido varios días insconciente en el hospital, según le contaron. En ese instante, había entrado el médico. Sus padres se pusieron a su lado y dejaron que el médico trasmitiera lo más difícil. El coche había aplastado sus dos piernas y no se había podido hacer nada. La madre había roto a llorar. Las lágrimas liberaron una pequeña parte de la tensión acumulada.

Recordaba todo con nitidez. Ahora, unos años más tarde, estaba en lo más alto de la elite deportiva y solo podía pensar en la frase final de aquel doctor: “no es el fin del mundo. A veces, dar pasos de gigante no significa que seamos grandes, sino que nos hemos esforzado mucho. Lucha”.